Hola amigos; os dejo una historia que le ha ocurrido recientemente a una amiga.
"Mi cuñado siempre tuvo una relación muy especial conmigo, reconozco que ha sido una de las personas de la familia de mi marido con la que he tenido siempre más feeling.
Aquella mañana yo estaba montada en mi coche, acababa de salir de la peluquería y me llamo mi marido por teléfono para decirme que a su hermano le había dado un infarto esa misma mañana cuando estaba en diálisis.
No podía creer lo que me estaba diciendo mi marido ya que los médicos habían asegurado que había permanecido 11 minutos muerto y que tras ese tiempo había conseguido reanimarle. Lo primero que me vino a la cabeza que tras ese tiempo sin oxigeno su cerebro habría sufrido graves daños y lo más probable sería que nos encontráramos a mi cuñado en estado vegetal o en coma.
Fuimos a verle todos los días que estuvo en la UCI, le hablábamos le tocábamos pero no sabíamos si nos oía o si podía sentir que estábamos allí, los médicos lo único que nos decían era que no sabrían el alcance de los daños en su cerebro hasta que despertara y estuviera consciente. Bien pues esto sucedió a los 7 días de estar allí ingresado lo pasaron a planta a una habitación para él solo cosa que a mí ya me pareció extraña, no olvidare el día que fue ya que era 24 de diciembre (Nochebuena).
La familia no estaba para cenas pero que otra cosa podíamos hacer más que reunirnos y cenar todos juntos en tranquilidad y sin ningún tipo fiesta. Mi marido y yo decidimos ir a verle antes de ir a casa para cenar con toda la familia, allí había más familiares nuestros y estuvimos unas horas acompañando a mi suegra y a mi cuñado.
Ya estaba despierto pero apenas si podía hablar lo intentaba pero no se le entendía casi nada, pude distinguir mi nombre en sus balbuceos y el de su hermano. La hipoxia le había provocado ataxia (movimientos descoordinados de brazos y piernas) y en su intento de querer comunicarse con nosotros no paraba de moverse y mirarnos con sus preciosos ojos verdes que parecían querer decir lo que su boca no podía.
Esa noche era su hermano pequeño el que debía quedarse a acompañarle en el hospital así que nos fuimos dándole un beso y sin saber si volvería a ser la persona que había sido antes del infarto.
Llegue a mi casa no muy tarde y me metí en la cama pensado todo el tiempo en mi querido cuñado, no quería pensar como le había visto de mal pero mi mente volvía a la visita de aquella tarde una y otra vez. Cansada de todo el día caí dormida después de dar unas cuantas vueltas en mi cama y esa noche soñé:
“Volvía a estar en el hospital en la habitación de mi cuñado junto a él, mi marido y mi suegra estaban allí conmigo así como muchas personas que habían ido a visitar a otros enfermos pero estaban por nuestra habitación, la verdad es que yo n o conocía a nadie pero no me extrañe al verlos allí.
Me acerqué a la cama y mi cuñado me dijo que quería levantarse que le ayudara, hablaba perfectamente bien sin problema, pero yo sabía que no tendría fuerzas para ayudarlo a caminar porque no tengo mucha fuerza y el estaba bastante débil.
-Pero ¿dónde quieres ir?-le dije yo.
-Ayúdame que quiero ir al baño un momento.-me contesto con urgencia.
Miré a mi marido que no parecía darse cuenta de lo que estaba pasando le dije que me ayudara que no iba a poder con él yo sola, pero ni él ni mi suegra me miraban no me escuchaban.
Así que me decidí a levantarle de la cama y servirle de apoyo para llegar hasta el baño, en el fondo de mí yo sabía que eso no era lo que él quería ,sentí que quería ir a otro sitio fuera de la habitación pero no le lleve la contraria. Se levanto con algo de dificultad pero no estaba tan mal como yo le había visto en el hospital esa noche.
Comenzamos a caminar hacia el baño del que nos separaban apenas unos pasos, nuestros familiares parecían no vernos solo la gente que yo no conocía estaba pendiente de nosotros. Tras andar un poco mi cuñado parecía desmayarse y yo no podía sujetarlo, se me caía al suelo y pedí ayuda.
Todos los extraños me ayudaron a llevarlo de nuevo a la cama mientras mi marido y mi suegra seguían hablando entre ellos y viendo la televisión sin importarles lo que estaba ocurriendo, les di las gracias a las personas que me habían echado una mano confundida porque la situación me parecía de lo más inverosímil.
Ya tranquilo en la cama y después de la tensión del momento, le dije que estuviera tranquilo que no podía ir a ningún sitio porque estaba muy débil, la conversación con era fluida y me pidió que fuera a su casa, entrara en su habitación y le trajera “su Virgen”, o que se la diera a su hermano el pequeño que se la trajera ya que era el que se iba a quedar esa noche. Insistió mucho que se la trajera y pensé que s e lo diría a su hermano.
De repente algo fuera de la habitación llama mi atención y me salgo al pasillo que esta todo lleno de niños pequeños de unos tres o cuatro años todos caminan por el gran pasillo dando me la espalda, les miro y los veo guapísimos, van vestidos de diferente formas con colores alegres y el pasillo esta lleno. Caminan juntos hacía delante como si supieran hacía donde tienen que ir.
Siento el impulso de tocar sus cabecitas y cuando mis dedos rozan sus cabezas una preciosa y hermosa luz surge de ese contacto brillando como sol .El sentimiento de felicidad, de paz de alegría, de amor que sentí en aquellos fue tal que no tengo palabras para explicar esa sensación .Jamás había sentido nada igual y hoy por hoy os puedo decir que me gustaría volver a experimentar esa sensación que lleno mi alma y me dejo llena de paz.”
Así desperté a la mañana siguiente 25 de diciembre con una sensación agridulce, el sueño me había llenado de cosas buenas pero a la misma vez me daba un poco de miedo porque no sabía qué hacer si contarle a mi marido lo que había soñado o callarme.
Ese día comíamos con mi familia y nos fuimos sin pasar por el hospital pensando que a la vuelta podríamos ir.
Cuando llegue a casa de mi madre y me quede a solas con mi hermana decidí contarle lo que me había pasado el día anterior y mi sueño de esa noche.
Mi hermana pequeña es una persona muy especial ya que tiene una sensibilidad especial para todo esto así que yo cuando me
ocurre algo que se sale fuera de lo común le pido que me diga lo que piensa.
Nos metimos en su habitación y le relate mi experiencia, nada más terminar mi hermana con lágrimas en los ojos me dijo:
-¿Le has llevado la “VIRGEN”?
Yo le conteste que no que yo no sabía ni siquiera si él tenía una virgen en su habitación, mi cuñado vive con mi suegra y yo no entraba en su habitación para nada. Además como tampoco le había dicho a mi marido nada de mi sueño a mi no se me había pasado por la cabeza ir a su casa revolver la habitación y buscar una virgen, con que excusa iba yo a hacer eso.
Mi hermana me dijo que debía ir a buscarle lo que me había pedido y que se lo llevara, mientras unas lágrimas corrían por sus mejillas me dijo que aquéllos niños que estaban en el pasillo eran los ángeles que venían a buscar a mi cuñado, le estaban esperando, y que esa paz que yo había sentido al tocar su pequeñas cabezas era la paz del lugar al cual debían llevar el alma de mi cuñado para que no sufriera más.
Sus últimas palabras fueron:”Hermana, tu cuñado está esperando que le lleves su Virgen para marcharse de este mundo, no tengas miedo llévasela, él lo quiere así”
Paso el domingo y regresamos a nuestra casa, preocupada por el camino le conté a mi marido todo lo que me había ocurrido e incluso las palabras de mi hermana, tenía un poco de miedo ya que él estaba un poco susceptible con lo de su hermano pero me dijo si quieres ahora mismo vamos a mi casa y buscamos esa virgen en su habitación. Yo me sentía cansada y le dije a mi marido que iríamos mañana.
Era Lunes 26 de diciembre y al salir del trabajo me fui a mi casa había discutido con mi marido y me había dicho que no pasaría a buscarme para ir al hospital a ver a su hermano pero cuando estaba a punto de quitarme la ropa llego y me dijo vámonos a verle. Era tarde pero yo quería pasar por casa de mi suegra a buscar lo que tanto me había pedido mi cuñado en mi sueño, así se lo dije y no me puso pega alguna.
Llegamos a casa de mi suegra y no había nadie el momento era el ideal para entrar en la habitación de su hermano y buscar sin que nadie nos preguntara ya que yo no quería dar explicaciones de lo que me había pasado a su familia.
Mirando a simple vista no había ninguna imagen de ninguna virgen, mi marido empezó a registrar los armarios y yo empecé a registrar una cómoda donde encontré la cartera de mi cuñado, la abrí y allí dentro había dos calendarios de dos vírgenes, una de ellas era la patrona de nuestra región y la otra era una virgen que llevaba sus pies rodeados de angelitos.
Al ver aquello me asuste un poco, eran las dos únicas imágenes que habían en toda la habitación y estaban en su cartera, así que decidimos llevárnoslas para ir a verle al hospital. La suerte fue que nadie nos vio y pudimos salir de allí sin dar explicaciones.
Cuando llegamos al hospital vimos que estado de mi uñado había empeorado bastante, estaba más espabilado pero eso era peor ya que no quería estar en la cama se quitaba los tubos y estaba muy inquieto. Mi marido al verle así decidió que se quedaría esa noche él en el hospital, yo le dije que era lo mejor ya que la cosa no pintaba muy bien al despedirme de mi cuñado le di un beso y le dije al oído que en el cajón de su mesita de noche le había
puesto su Virgen. No sé si me escucho o si entendía lo que le decía así que le dije a mi marido que cuando estuviera a solas con él se lo volviera decir y se las enseñara para que las viera que las tenía allí.
Mi marido así lo hizo esa noche.
Al día siguiente 27 de diciembre llame mi marido para saber cómo había ido la noche y me dijo que había estado regular que no iba a ir a trabajar y se iba a quedar allí esa mañana.
Alrededor de las 11.00 de la mañana me llamo llorando para decirme que mi cuando había muerto.
El día del entierro le metimos su virgen en la caja y la otra que llevaba los ángeles la tenemos guardada ya que es como un trocito de él que ha quedado con nosotros.
No sé si fue casualidad o que fue yo solo cuento lo que ocurrió y nunca olvidare."
"Mi cuñado siempre tuvo una relación muy especial conmigo, reconozco que ha sido una de las personas de la familia de mi marido con la que he tenido siempre más feeling.
Aquella mañana yo estaba montada en mi coche, acababa de salir de la peluquería y me llamo mi marido por teléfono para decirme que a su hermano le había dado un infarto esa misma mañana cuando estaba en diálisis.
No podía creer lo que me estaba diciendo mi marido ya que los médicos habían asegurado que había permanecido 11 minutos muerto y que tras ese tiempo había conseguido reanimarle. Lo primero que me vino a la cabeza que tras ese tiempo sin oxigeno su cerebro habría sufrido graves daños y lo más probable sería que nos encontráramos a mi cuñado en estado vegetal o en coma.
Fuimos a verle todos los días que estuvo en la UCI, le hablábamos le tocábamos pero no sabíamos si nos oía o si podía sentir que estábamos allí, los médicos lo único que nos decían era que no sabrían el alcance de los daños en su cerebro hasta que despertara y estuviera consciente. Bien pues esto sucedió a los 7 días de estar allí ingresado lo pasaron a planta a una habitación para él solo cosa que a mí ya me pareció extraña, no olvidare el día que fue ya que era 24 de diciembre (Nochebuena).
La familia no estaba para cenas pero que otra cosa podíamos hacer más que reunirnos y cenar todos juntos en tranquilidad y sin ningún tipo fiesta. Mi marido y yo decidimos ir a verle antes de ir a casa para cenar con toda la familia, allí había más familiares nuestros y estuvimos unas horas acompañando a mi suegra y a mi cuñado.
Ya estaba despierto pero apenas si podía hablar lo intentaba pero no se le entendía casi nada, pude distinguir mi nombre en sus balbuceos y el de su hermano. La hipoxia le había provocado ataxia (movimientos descoordinados de brazos y piernas) y en su intento de querer comunicarse con nosotros no paraba de moverse y mirarnos con sus preciosos ojos verdes que parecían querer decir lo que su boca no podía.
Esa noche era su hermano pequeño el que debía quedarse a acompañarle en el hospital así que nos fuimos dándole un beso y sin saber si volvería a ser la persona que había sido antes del infarto.
Llegue a mi casa no muy tarde y me metí en la cama pensado todo el tiempo en mi querido cuñado, no quería pensar como le había visto de mal pero mi mente volvía a la visita de aquella tarde una y otra vez. Cansada de todo el día caí dormida después de dar unas cuantas vueltas en mi cama y esa noche soñé:
“Volvía a estar en el hospital en la habitación de mi cuñado junto a él, mi marido y mi suegra estaban allí conmigo así como muchas personas que habían ido a visitar a otros enfermos pero estaban por nuestra habitación, la verdad es que yo n o conocía a nadie pero no me extrañe al verlos allí.
Me acerqué a la cama y mi cuñado me dijo que quería levantarse que le ayudara, hablaba perfectamente bien sin problema, pero yo sabía que no tendría fuerzas para ayudarlo a caminar porque no tengo mucha fuerza y el estaba bastante débil.
-Pero ¿dónde quieres ir?-le dije yo.
-Ayúdame que quiero ir al baño un momento.-me contesto con urgencia.
Miré a mi marido que no parecía darse cuenta de lo que estaba pasando le dije que me ayudara que no iba a poder con él yo sola, pero ni él ni mi suegra me miraban no me escuchaban.
Así que me decidí a levantarle de la cama y servirle de apoyo para llegar hasta el baño, en el fondo de mí yo sabía que eso no era lo que él quería ,sentí que quería ir a otro sitio fuera de la habitación pero no le lleve la contraria. Se levanto con algo de dificultad pero no estaba tan mal como yo le había visto en el hospital esa noche.
Comenzamos a caminar hacia el baño del que nos separaban apenas unos pasos, nuestros familiares parecían no vernos solo la gente que yo no conocía estaba pendiente de nosotros. Tras andar un poco mi cuñado parecía desmayarse y yo no podía sujetarlo, se me caía al suelo y pedí ayuda.
Todos los extraños me ayudaron a llevarlo de nuevo a la cama mientras mi marido y mi suegra seguían hablando entre ellos y viendo la televisión sin importarles lo que estaba ocurriendo, les di las gracias a las personas que me habían echado una mano confundida porque la situación me parecía de lo más inverosímil.
Ya tranquilo en la cama y después de la tensión del momento, le dije que estuviera tranquilo que no podía ir a ningún sitio porque estaba muy débil, la conversación con era fluida y me pidió que fuera a su casa, entrara en su habitación y le trajera “su Virgen”, o que se la diera a su hermano el pequeño que se la trajera ya que era el que se iba a quedar esa noche. Insistió mucho que se la trajera y pensé que s e lo diría a su hermano.
De repente algo fuera de la habitación llama mi atención y me salgo al pasillo que esta todo lleno de niños pequeños de unos tres o cuatro años todos caminan por el gran pasillo dando me la espalda, les miro y los veo guapísimos, van vestidos de diferente formas con colores alegres y el pasillo esta lleno. Caminan juntos hacía delante como si supieran hacía donde tienen que ir.
Siento el impulso de tocar sus cabecitas y cuando mis dedos rozan sus cabezas una preciosa y hermosa luz surge de ese contacto brillando como sol .El sentimiento de felicidad, de paz de alegría, de amor que sentí en aquellos fue tal que no tengo palabras para explicar esa sensación .Jamás había sentido nada igual y hoy por hoy os puedo decir que me gustaría volver a experimentar esa sensación que lleno mi alma y me dejo llena de paz.”
Así desperté a la mañana siguiente 25 de diciembre con una sensación agridulce, el sueño me había llenado de cosas buenas pero a la misma vez me daba un poco de miedo porque no sabía qué hacer si contarle a mi marido lo que había soñado o callarme.
Ese día comíamos con mi familia y nos fuimos sin pasar por el hospital pensando que a la vuelta podríamos ir.
Cuando llegue a casa de mi madre y me quede a solas con mi hermana decidí contarle lo que me había pasado el día anterior y mi sueño de esa noche.
Mi hermana pequeña es una persona muy especial ya que tiene una sensibilidad especial para todo esto así que yo cuando me
ocurre algo que se sale fuera de lo común le pido que me diga lo que piensa.
Nos metimos en su habitación y le relate mi experiencia, nada más terminar mi hermana con lágrimas en los ojos me dijo:
-¿Le has llevado la “VIRGEN”?
Yo le conteste que no que yo no sabía ni siquiera si él tenía una virgen en su habitación, mi cuñado vive con mi suegra y yo no entraba en su habitación para nada. Además como tampoco le había dicho a mi marido nada de mi sueño a mi no se me había pasado por la cabeza ir a su casa revolver la habitación y buscar una virgen, con que excusa iba yo a hacer eso.
Mi hermana me dijo que debía ir a buscarle lo que me había pedido y que se lo llevara, mientras unas lágrimas corrían por sus mejillas me dijo que aquéllos niños que estaban en el pasillo eran los ángeles que venían a buscar a mi cuñado, le estaban esperando, y que esa paz que yo había sentido al tocar su pequeñas cabezas era la paz del lugar al cual debían llevar el alma de mi cuñado para que no sufriera más.
Sus últimas palabras fueron:”Hermana, tu cuñado está esperando que le lleves su Virgen para marcharse de este mundo, no tengas miedo llévasela, él lo quiere así”
Paso el domingo y regresamos a nuestra casa, preocupada por el camino le conté a mi marido todo lo que me había ocurrido e incluso las palabras de mi hermana, tenía un poco de miedo ya que él estaba un poco susceptible con lo de su hermano pero me dijo si quieres ahora mismo vamos a mi casa y buscamos esa virgen en su habitación. Yo me sentía cansada y le dije a mi marido que iríamos mañana.
Era Lunes 26 de diciembre y al salir del trabajo me fui a mi casa había discutido con mi marido y me había dicho que no pasaría a buscarme para ir al hospital a ver a su hermano pero cuando estaba a punto de quitarme la ropa llego y me dijo vámonos a verle. Era tarde pero yo quería pasar por casa de mi suegra a buscar lo que tanto me había pedido mi cuñado en mi sueño, así se lo dije y no me puso pega alguna.
Llegamos a casa de mi suegra y no había nadie el momento era el ideal para entrar en la habitación de su hermano y buscar sin que nadie nos preguntara ya que yo no quería dar explicaciones de lo que me había pasado a su familia.
Mirando a simple vista no había ninguna imagen de ninguna virgen, mi marido empezó a registrar los armarios y yo empecé a registrar una cómoda donde encontré la cartera de mi cuñado, la abrí y allí dentro había dos calendarios de dos vírgenes, una de ellas era la patrona de nuestra región y la otra era una virgen que llevaba sus pies rodeados de angelitos.
Al ver aquello me asuste un poco, eran las dos únicas imágenes que habían en toda la habitación y estaban en su cartera, así que decidimos llevárnoslas para ir a verle al hospital. La suerte fue que nadie nos vio y pudimos salir de allí sin dar explicaciones.
Cuando llegamos al hospital vimos que estado de mi uñado había empeorado bastante, estaba más espabilado pero eso era peor ya que no quería estar en la cama se quitaba los tubos y estaba muy inquieto. Mi marido al verle así decidió que se quedaría esa noche él en el hospital, yo le dije que era lo mejor ya que la cosa no pintaba muy bien al despedirme de mi cuñado le di un beso y le dije al oído que en el cajón de su mesita de noche le había
puesto su Virgen. No sé si me escucho o si entendía lo que le decía así que le dije a mi marido que cuando estuviera a solas con él se lo volviera decir y se las enseñara para que las viera que las tenía allí.
Mi marido así lo hizo esa noche.
Al día siguiente 27 de diciembre llame mi marido para saber cómo había ido la noche y me dijo que había estado regular que no iba a ir a trabajar y se iba a quedar allí esa mañana.
Alrededor de las 11.00 de la mañana me llamo llorando para decirme que mi cuando había muerto.
El día del entierro le metimos su virgen en la caja y la otra que llevaba los ángeles la tenemos guardada ya que es como un trocito de él que ha quedado con nosotros.
No sé si fue casualidad o que fue yo solo cuento lo que ocurrió y nunca olvidare."
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